Como cocinero apasionado por la cocina tradicional mediterránea, siempre me han atraído los sabores y las técnicas del asado de carnes. Sin embargo, hay un plato en particular que destaca como una verdadera exquisitez en esta categoría: el cabrito asado al horno. Este plato, también conocido en otros lugares como cabrito o chivo asado, es también un básico en muchos países de América Latina, donde cada región le da su propio toque a la receta.
La suculenta y tierna carne del cabrito al horno, combinada con atrevidas especias y sabrosos adobos, crea una experiencia culinaria que hará las delicias de cualquier amante de la carne.
Existen variaciones regionales y técnicas específicas para cocinar el cabrito asado en el horno. Desde agregar condimentos o especias distintas para darle un sabor único al plato hasta las diferentes técnicas de cocción. Desde marinar el cabrito antes de asarlo hasta cocinarlo a temperatura baja y lenta para lograr una carne extremadamente tierna.
El chivo al horno es un plato típico sobre todo cuando arrecia el frio. El cabrito se sacrifica entre los 20 y los 25 días desde su nacimiento, momento en el que alcanza un peso entre los 5 y los 7 Kg. El resultado es una carne sabrosa y delicada, con un sabor único, ya que solamente se ha alimentado de la leche materna.
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La carne del cabrito es muy diferente a la del cordero en cuanto a sabor y textura. Se trata de una de las carnes más saludables por la localización de la grasa.
El aroma que inunda la casa mientras se cocina el cabrito lechal asado es simplemente irresistible y nos llena de una sensación de alegría y calidez. Cada vez que lo cocinamos, mientras compartimos este delicioso manjar, nos damos cuenta de lo valioso que es el tiempo pasado juntos, de la importancia de apreciar las pequeñas cosas y de la felicidad que surge de crear momentos y recuerdos inolvidables.
La comida no solo alimenta nuestro cuerpo, sino también nuestra alma. Es un recordatorio constante de que la vida está llena de pequeños placeres y de que debemos aprovechar al máximo cada momento compartido con aquellos que amamos.
El cabrito lechal asado al horno es muy popular en la práctica totalidad de regiones de España, fundamentalmente en la región de Castilla y León, donde se considera una especialidad y se prepara de diversas formas, como el cordero lechal asado al horno. Localidades como Ávila, Salamanca o Segovia son referentes en cuanto a calidad del cabrito.
Diferencia entre cabrito y cordero
A los que les encanta gozar de una buena carne asada, seguro que alguna vez han dudado entre cordero o cabrito. Buena parte de los aficionados a las carnes asadas consideran que el cabrito lechal supera en sabor y textura al lechazo y al cordero, sobre todo si son cabritos auténticamente lechales, sin haber catado pasto alguno, su peso se ajuste a los cánones, entre 3 y 4 kilos, y su crianza se ha desarrollado en un ambiente natural.
- El precio mostrado corresponde al peso máximo indicado en el título. El precio final dependerá del peso del producto entregado.
- Vendido al peso (por unidad)
- Lugar de origen: España. Lugar de cria: España . Lugar de sacrificio: España
- Proveedor: Comerical Pecuaria Segoviana, S.L., B 40004210, Polígono Industrial Las Salinas, 40480 Coca (Segovia)
Son muchos los que dudan entre la carne de cabrito lechal o de cordero lechal. En principio, son dos carnes similares, que se suelen confundir, pero en realidad las diferencias son relevantes.
Los cabritos lechales sólo se alimentan de leche materna, y se presentan con unos 5 kg de peso para su consumo, mientras que el cordero lechal por lo general, se sacrifica con mayor peso, normalmente por encima de los 9 kg, lo que hace que su carne sea más fibrosa, perdiendo un punto de terneza. La carne de lechal y cabrito tiene un alto contenido proteico y poca grasa, lo que la hace muy nutritiva.
La carne de cabrito lechal es una carne que se caracteriza por ser tierna y jugosa, con menos grasa y con un sabor suave, en cambio el cordero lechal, tiene un sabor algo más recio, es una carne más grasa y con más consistencia, espectacularmente rica también.
La carne de cabrito lechal contiene un 7% de grasa, y la del cordero posee un 15%.
Cuanto cuesta el kilo de cabrito lechal
Con respecto al precio, el cabrito, tiene un precio ligeramente superior al cordero lechal.
Comprar cabrito
Comprar cabrito en España no es complicado. Simplemente siguiendo unas normas básicas no te vas a meter en muchos líos. Yo como casi siempre, prefiero acudir a mi carnicero de confianza para obtenerlo, que es una buena manera de estrechar lazos y fomentar el comercio de barrio. Tu carnicero de confianza, el que te sirve regularmente, no te va a dar gato por liebre, y si no ya sabes….
Si eres de salir a dar un paseo y disfrutar del campo siempre puedes adquirirlo en alguna explotación de confianza y si no es el caso, carnicerías online o con tienda con buenas reseñas o centros de comerciales también suelen tener, aunque de forma mas estacional.
Vigilar el tamaño del animal, el color de su carne, que debe ser pálida y manejar la opción de congelar evitando de esta manera las subidas de precio del cabrito lechal especulativas de periodos como la Navidad, son puntos a tener en cuenta.
Cabrito al horno con patatas
Personalmente, cuando se sirve cabrito asado al horno en casa, suelo acompañarlo con guarniciones tradicionales como patatas asadas con romero y ajo o ensalada fresca de tomate y lechuga. Un manjar de este tipo no requiere muchas cosas. Estas opciones complementan muy bien el sabor del cabrito y añaden un toque de frescura a la preparación.
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Cuando pienso en los suculentos sabores y aromas que flotan en el aire al degustar un cabrito al horno con patatas perfectamente asado, mis sentidos se despiertan con expectación. Es como si ya pudiera saborear la carne tierna y jugosa y saborear la piel con toques tostados. Me dan igual unas espalditas de cabrito al horno con su piel bien crujiente que una paletilla de cabrito asada bien jugosa.
Al preparar una exquisita receta de cabrito asado al horno con patatas, puedo sentir la diferencia única que esta combinación aporta. Las fragantes hierbas y especias se fusionan con la tierna carne del cabrito, creando una explosión de sabores en cada bocado. Las patatas, perfectamente doradas y crujientes por fuera, se vuelven irresistiblemente suaves y cremosas por dentro, complementando a la perfección la jugosidad de la carne.
- Producto artesanal
- Sabor intenso
- Aroma a humo
- Color rojo intenso
- No contiene gluten ni OMG
La idea de hincarle el diente a la sabrosa paletilla y saborear cada mordisco de sus apetitosas espalditas me llena de alegría y satisfacción.
Ensalada para acompañar al cabrito asado
Estamos ante una preparación que necesita poco acompañamiento para poder degustar plenamente el delicioso sabor del cabrito.
Una de ellas es una simple ensalada, sencilla pero a la vez tremendamente sabrosa que ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo una perfecta opción en este plato. Con su combinación de lechuga fresca y crujiente y cebollas picantes y sabrosas, esta ensalada ofrece un complemento refrescante y satisfactorio.
La lechuga ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. Repleto de nutrientes esenciales, es una gran adición a una dieta equilibrada. El alto contenido de agua de la lechuga ayuda de manera positiva con la hidratación y promueve una digestión saludable.
Puedes agregar una variedad de ingredientes frescos y sabrosos para crear una ensalada única y deliciosa. Por ejemplo, puedes incorporar tomates jugosos, pepinos refrescantes, zanahorias crujientes o aguacates cremosos. Además, puedes experimentar con diferentes tipos de aderezos, como vinagretas de hierbas, aderezos cremosos o incluso salsas picantes para darle un toque extra de sabor. La ensalada es un lienzo en blanco donde puedes dejar volar tu creatividad culinaria y adaptarla a tus gustos y preferencias.
Particularmente, la ensalada me chifla con unas aceitunas de Campo Real.
Cómo hacer cabrito al horno
Asar cabrito a la perfección requiere paciencia, pero el resultado final es una obra maestra culinaria que une a la familia y crea recuerdos inolvidables. Las cosas más ricas suelen tener pocos misterios y el cabrito asado al horno no iba a ser menos. Mira que fácil es.
Preparando un majado para aderezar el cabrito
El majado va a realzar sutilmente el sabor del asado de cabrito además d evitar que se reseque en exceso, proporcionando hidratación en la primera parte del asado. Simplemente, majo en un mortero los dientes de ajo, el perejil y las hojas de laurel y la guindilla, que es opcional, todo bien picado. Una vez majado, añado el vino blanco, el vinagre y el agua. También la cucharada de pimentón dulce.
Precaliento el horno calor arriba y abajo a 180 ºC (356°F). Mientras alcanza la temperatura, quito el redaño al cabrito y lo sazono generosamente.
A continuación, lo coloco en una rejilla de horno con la piel hacia abajo y con una bandeja de horno debajo para recoger los jugos del majado. Mojo el cabrito con un chorro de aceite y el majado y lo meto al horno.
Pasados unos cuarenta minutos y cuando el cabrito empieza a tener un bonito color en las costillas se le da la vuelta, y se retiran los jugos de la bandeja para favorecer una piel crujiente al final.
Este segundo proceso de puede terminar con el horno en función ventilación y subir la temperatura hasta los 200ªC (392ºF) para obtener un acabado sensacional, buscando ese equilibrio perfecto entre la tierna jugosidad de la carne y la deliciosa y crujiente piel dorada.
En total, va a estar en el horno entre 90 y 120 minutos, dependiendo del horno y del cabrito. Al finalizar la cocción, dejo reposar el cabrito durante unos minutos, permitiendo que los jugos se distribuyan y se asienten en la carne.
Si optas por hacerlo con patatas panaderas, puedes añadir una besuguera con rodajas de patata finamente cortadas con sal y aceite de oliva, que irán tostando sus bordes durante la cocción del cabrito, haciéndose verdaderamente irresistibles.
El caldo de la bandeja obtenido cuando se voltea el cabrito se retira, cuela y reduce en un cazo hasta obtener una salsa densa, exquisita para acompañar la paletilla del cabrito. No napar la piel del cabrito asado para que no pierda la textura crujiente. Mejor poner una cucharada en el plato y encima el cabrito. Esta salsa admite añadir un pequeña cantidad de harina de almidón de maíz para espesarla.
Cabrito asado al horno
Equipment
- horno convencional
Ingredientes
- 1 medio Cabrito Lechal.
- 1 ud. Sal marina.
- 1 ud. Aceite oliva virgen extra.
Majado para cabrito
- 1 cabeza Ajo.
- 1 chorro Vinagre.
- 2 hoja Laurel.
- 1 manojo Perejil.
- 1 cucharadita Pmentón de La Vera.
- 1/2 vaso Vino blanco
- 1/2 vaso Agua
Elaboración paso a paso
- Precalentar el horno a 180ºC calor arriba y abajo.
- Quitar el redaño, salar y echar un chorro de aceite al cabrito.
- Preparar el majado con los ingredientes, majando los ajos.
- Introducir el cabrito en el horno sobre una rejilla colocando una bandeja debajo, regándolo con el majado con la piel hacia abajo.
- Asar aproximadamente 45 minutos hasta que las costillas empiecen a dorarse.
- Girar el cabrito en el horno retirando los jugos acumulados en la bandeja.
- Asar hasta que la piel empiece a churruscarse. Opcionalmente, se puede poner en funcionamiento la recirculación de aire del horno y subir la temperatura a 200ºC vigilando para no quemar la piel.
- Sacar el cabrito y dejarlo reposar mientras hacemos la salsa.
- Colar los jugos obtenidos de la bandeja en un cazo a fuego fuerte y reducir hasta conseguir la consistencia deseada.